Las tasas de escolarización y formación femeninas, así como la presencia femenina en el mercado laboral, se han incrementado considerablemente en las últimas décadas. Aún así la igualdad efectiva entre hombres y mujeres es todavía un proceso en marcha.
Hablábamos en anteriores posts de cómo se manifiestan las desigualdades por cuestión de género. Fijándonos en la brecha salarial y la segregación vertical, vemos que las mujeres aún tienen dificultades para el ascenso, que tienen más presencia en los conocidos «trabajos feminizados» o que, en ocasiones, no perciben el mismo salario en comparación con sus compañeros varones.
La igualdad de oportunidades (o la falta de ésta) de una persona viene condiciona por los estereotipos sociales y el contexto que la rodea. En esta última premisa es en la que se centra el estudio del entorno S=HE.
¿Qué es el estudio S=HE de desarrollo profesional?
S=HE ¿Igualdad de Oportunidades? Desarrollo Profesional de Hombres y Mujeres en España, es un estudio dirigido por el Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE en el año 2017, en el que se analiza cómo el entorno que rodea a una persona repercute en su desarrollo profesional y busca conocer en qué ambientes se mueven los hombres y mujeres en España.
Este estudio se apoya en la realización y posterior análisis de un cuestionario cuantitativo que recoge datos sobre los diferentes ámbitos sociales que conforman la vida y el desarrollo de un individuo, como puede ser lo familiar y lo laboral.
¿Qué son los entornos S=HE?
El estudio S=HE diferencia tres tipos de entornos a través de los cuales se puede medir el nivel de liderazgo femenino y masculino. Se clasifican atendiendo a cómo sean de propicios para la igualdad en el desarrollo profesional y se corresponden a las siguientes siglas: S=Satisfactorio, H=Hostil, E=Excluyente.
- Entorno satisfactorio: fomenta la igualdad de oportunidades. En este entorno se cumplirían premisas como que las políticas de la empresa sean inclusivas (teniendo en cuenta la igualdad y las aportaciones de los trabajadores sin sesgo de género) y que en el ambiente familiar el reparto de responsabilidades sea consensuado y justo.
- Entorno hostil: dificulta en ocasiones la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
- Entorno excluyente: dificulta sistemáticamente la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
El entorno laboral
Concretamente en el ámbito laboral, el desarrollo de políticas de igualdad no debe ser sólo por obligación legal. Es importante una concienciación general que propicie un entorno satisfactorio. Está demostrado que la mejora de las condiciones en materia de igualdad va ligada a la mejora del clima general de trabajo, el aumento del compromiso de la empresa y por supuesto, una conciliación familiar funcional.
Para la mejora del entorno laboral, algunos de los retos que se plantean en el estudio S=HE tienen mucho que ver con los roles tradicionalmente vinculados a la figura del hombre. Son los siguientes:
- Cambiar el estereotipo de trabajador ideal: esta figura continúa ligada a la idea de tener que estar disponible en todo momento, a estar dispuesto a cambiar de ciudad por cuestiones laborales o a viajar si es necesario. Estos factores (mayoritariamente inculcados en los hombres) muchas veces entran en conflicto con el ámbito familiar y no permiten un desarrollo positivo de éste.
- Cambiar el estereotipo de líder ideal: es importante que dejemos de concebir a un líder como una persona dominante y agresiva. Un buen líder debe saber guiar a un equipo de manera positiva para lograr un buen resultado común; Para ello, en el contexto actual se debe fomentar la presencia de inteligencia emocional en esta figura.
La importancia del ámbito familiar
Aquí también es importante derribar los roles establecidos y la manera de concebir la vida familiar o en pareja. La mayoría de las dificultades de desarrollo laboral de las mujeres vienen de un entorno familiar no igualitario.
Un entorno familiar satisfactorio permite a las mujeres desarrollarse profesionalmente. Esto se debe, lógicamente, a que un reparto equitativo en las tareas del hogar y en el cuidado de los miembros de la familia, hace que las mujeres puedan decidir cuántas horas dedican a su trabajo, logrando un equilibrio entre los miembros de la pareja.
Las premisas de este estudio son importantes sea cual sea nuestra condición de género y nuestro papel como ciudadanos, empleados o miembros de una unidad familiar. Ya que se trata de lograr un contexto general más justo y beneficioso para todos, que acabe con los entornos hostiles (tanto familiares como laborales) en los que se puede encontrar una persona sólo por cuestiones de género o grupo social.