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El liderazgo femenino constituye un fenómeno cada vez más relevante en el panorama empresarial contemporáneo, y no solo por razones de equidad de género, sino por la necesidad de capitalizar debidamente las habilidades que las mujeres aportan en el ámbito laboral. En este sentido, las especiales características del liderazgo femenino lo convierten en una pieza esencial para el desarrollo de entornos laborales más diversos, resilientes y colaborativos. Valorar y comprender en su justa medida este especial liderazgo de la mujer resulta por ello fundamental para conseguir el éxito a medio/largo plazo de cualquier organización empresarial que se precie.
Es un hecho notorio que las mujeres han ido abriéndose poco a poco camino hacia los puestos de liderazgo en las empresas españolas. A pesar de ello, apenas un porcentaje del 30% de tales puestos son actualmente ocupados por mujeres (*). Esta cifra revela por sí misma que, pese a los avances logrados en este terreno, todavía existen barreras que obstaculizan el pleno acceso de la mujer a funciones de liderazgo. El primer paso para solucionar este problema es, sin duda, sacarlo a la palestra, de ahí que desde Igualándote, como consultora especializados en materia de igualdad, quiera ofrecerte nuestra visión del liderazgo femenino desde una perspectiva profesional y práctica.
¿Qué es el liderazgo femenino y cuáles son las características que lo definen?
La noción liderazgo femenino hace referencia a la capacidad y activa participación de las mujeres en el desempeño de puestos de autoridad, responsabilidad y gestión de proyectos dentro de un determinado entorno laboral. Abarcaría, por tanto, la dirección de equipos y la toma de decisiones estratégicas en el seno de la empresa.
Algunas de las principales características que definen este liderazgo empresarial por parte de la mujer serían las siguientes (**):
- Empatía. Constituye un rasgo distintivo asociado al liderazgo femenino y que contribuye sobre todo a la promoción de entornos de trabajo especialmente colaborativos.
- Comunicación y trabajo en equipo. Las mujeres acostumbran a ser sociables por naturaleza y cercanas en el trato, lo que favorece la creación de ambientes laborales más dinámicos y fluidos, idóneos para la consecución de objetivos.
- Facilidad de análisis. Esta capacidad otorga a la mujer una significativa ventaja cuando se trata de afrontar situaciones complejas que exigen analizar diferentes aspectos de un problema y tomar decisiones rápidas.
- Especial capacidad de delegación. Suele caracterizar a la mujer una mayor tendencia a compartir tareas y responsabilidades con sus colaboradores, lo que contribuye a tomas de decisión más sólidas y consensuadas.
¿Cómo promover el liderazgo femenino dentro de la empresa?
Entre las principales iniciativas destinadas a favorecer el liderazgo femenino empresarial se encuentra, sin duda, la de fomentar una cultura empresarial propicia a la igualdad. Es necesario para ello poner en marcha políticas que garanticen que las mujeres participen en los roles directivos de la empresa en la misma medida que puedan hacerlo los hombres. Estas políticas deberán hacer especial hincapié en eliminar toda brecha salarial por razón de género y establecer medidas de apoyo que faciliten un acceso equitativo a los puestos de dirección.
Resulta asimismo crucial incentivar entre el personal femenino un mayor número de oportunidades de formación en habilidades directivas. En este terreno resulta fundamental el establecimiento de programas y cursos específicos para mujeres, capaces de brindar a estas los conocimientos, herramientas y técnicas esenciales para afrontar los desafíos que conlleva toda labor de liderazgo.
Otras prácticas encaminadas a incrementar la presencia de la mujer en puestos directivos
Más allá del fomento de la igualdad y de la promoción de programas de desarrollo profesional, otras buenas prácticas empresariales con las que facilitar el ascenso de las mujeres a puestos de liderazgo podrían ser estas:
- Políticas favorecedoras de conciliación. Aquí tendrían encaje medidas tales como un horario laboral flexible, guarderías y licencias parentales que facilitasen a la mujer proseguir su carrera profesional después del nacimiento de un hijo o hija.
- Transparencia en los procesos de selección y promoción. Es importante implementar procesos de selección y promoción interna que sean transparentes y justos, centrados exclusivamente en las habilidades y el rendimiento de los candidatos, no en su género.
- Redes de apoyo específicas para mujeres. Otra iniciativa importante en este terreno sería el establecimiento de redes internas y externas que ayudasen a las mujeres a obtener mayor visibilidad dentro de la empresa para facilitar así su crecimiento profesional.
Como conclusión final, es importante tener muy presente que la adopción de estas y otras prácticas similares no beneficia únicamente a las mujeres, sino que fortalece a toda la organización empresarial en su conjunto. Es por ello que la diversidad de género dentro del organigrama directivo no constituye solo una cuestión de justicia social, sino que también supone una ventaja competitiva con vistas a un mayor rendimiento y a una toma de decisiones más equilibrada y exitosa. De ahí la importancia de que las empresas se comprometan a implementar estas medidas de una forma integral y sostenible.
(*) Fuente: Women in Business 2023
(**) Fuente: Cámara de comercio de Madrid