Cuando hablamos de la implantación de un Plan de Igualdad en la empresa, entendemos que conlleva el desarrollo e instauración de ciertas medidas y buenas prácticas en materia de igualdad en pos de poder actuar y acabar con las posibles desigualdades de género existentes.
La implementación de estos planes (que cuentan con ayudas y subvenciones para su puesta en marcha) no es voluntaria, se contemplan en la ley desde hace años y su incumplimiento conlleva sanciones. Pero esto no debería ser la única motivación por la que tomar medidas, sino que es fundamental recalcar y entender la importancia de la mejora general de la situación laboral de las mujeres.
Para el desarrollo de un Plan de Igualdad es necesario poner en marcha herramientas para el análisis de la situación actual de la empresa, como son la realización de una auditoría retributiva y la formación de una comisión de igualdad. Pero además de esto, es conveniente introducir una serie de buenas prácticas de igualdad que, día a día, promuevan la paridad y mejoren el ambiente de trabajo. A continuación hablamos de algunas de ellas.
En los procesos de selección
- Uso de lenguaje no sexista ni discriminatorio en la publicación y comunicación de ofertas de empleo.
- Emplear CV ciego, es decir, que a la hora del proceso de selección en el CV no figure el sexo de la persona. El hecho de que solo aparezca la información relacionada con la formación y experiencia de la persona evita caer en prejuicios.
- Controlar que la entrevista de trabajo se haga en base a unos criterios objetivos, eliminando cualquier pregunta discriminatoria o que tenga relación con el género de la persona entrevistada.
- Igual presencia de hombres y mujeres en los equipos y tribunales de selección.
- En caso de iguales condiciones en cuanto a capacidades y méritos, preferencia de contratación al sexo menos representado en la plantilla.
- Realizar formaciones en materia de igualdad a las personas encargadas de los procesos de selección.
En la promoción profesional
- Priorizar la promoción interna frente a las nuevas contrataciones.
- Usar mensajes en la comunicación de las vacantes de promoción interna que inviten explícitamente a las mujeres a ocupar puestos generalmente asociados a la figura masculina.
- Formación y sensibilización en materia de igualdad a los altos mandos y personas encargadas de los procesos de promoción interna.
- En caso de igualdad de condiciones y capacidades, dar preferencia al sexo menos representado para asegurar la igualdad.
- Instaurar programas de talento interno, con el fin de identificar a las personas más cualificadas y con potencial de promoción dentro de la empresa.
En la formación
- Asegurar que todas las personas de la empresa tengan acceso a los cursos de formación.
- Garantizar que las personas que se encuentran en períodos de excedencia puedan solicitar de manera voluntaria a la empresa la asistencia a los cursos programados.
- Garantizar un 50% de las plazas a mujeres en formaciones para promoción a puestos directivos o superiores.
- Realizar encuestas y sesiones de trabajo que permitan conocer las dificultades de desarrollo profesional existentes en la empresa.
- Dar a conocer a toda la plantilla las acciones formativas, así como las medidas que se están tomando y los canales de comunicación existentes para hacer llegar dudas o consultas en relación a cuestiones de género.
En la conciliación familiar
- Promover las campañas de sensibilización en cuanto al reparto igualitario de responsabilidades y tareas en el ámbito del hogar.
- Posibilidad de acumular los períodos de vacaciones, así como facilitar los cambios de turnos en caso de tener que atender a personas dependientes o con discapacidades mayores al 65%.
- Poder solicitar reducción de jornada a una hora diaria durante el plazo de dos meses, en caso de tener que estar al cuidado de hijos/as con enfermedades graves o que requieran de hospitalización.
- Garantizar los permisos de maternidad y paternidad, así como los relativos a adopciones y asistencia a clases de preparación al parto.
- Establecer horarios que faciliten la conciliación, así como fomentar el teletrabajo.
Comprobarás los resultados…
El impacto de llevar a cabo estas buenas prácticas de igualdad en la empresa es notablemente positivo. Está demostrado que no sólo se mejora la reputación y la imagen de la empresa, si no que también se atrae y retiene el talento femenino, lo que aumenta la motivación y el compromiso general de toda la plantilla.
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