Ejercer una paternidad corresponsable, que sea crítica con los estereotipos de género, es fundamental para avanzar hacia una sociedad más igualitaria.
Los roles de género y tradicionalmente vinculados al hombre y a la mujer están profundamente arraigados en las estructuras familiares, y tienen un impacto esencial en la igualdad social. Por ello, es importe educarnos y trabajar para ejercer una paternidad corresponsable y sin estereotipos.
Todo lo aprendido en el entorno familiar desde pequeños condiciona fuertemente nuestra personalidad y la manera de relacionarnos como adultos. Estos modelos familiares pueden generar relaciones disfuncionales entre los miembros de la familia. Por consiguiente, la normalización de relaciones de poder asimétricas y de patrones de masculinidad tóxica afectarán negativamente al desarrollo de los niños.
Cada vez es más necesario deconstruir la manera en que establecemos vínculos, y comenzar a relacionarnos desde el afecto y la responsabilidad. Y nuestras organizaciones no se quedan al margen de todo esto: la gente se educa en familia, pero luego trabaja en empresas…
Los roles familiares
El primer paso para avanzar hacia una sociedad más igualitaria y justa es pararse a pensar en los roles de género que reproducimos. Ciertas ideas sobre el papel que deben cumplir la mujer y el hombre dentro de una familia están tan enraizadas que muchas veces las asumimos de manera inconsciente.
Tradicionalmente la figura del padre está asociada a aquel que trabajaba todo el día, siendo el principal sustento económico de la familia, pero sin una implicación activa en las tareas domésticas y la crianza de los hijos; responsabilidades que recaen en las mujeres, convirtiendo en secundario el desarrollo de una carrera profesional fuera del hogar.
La entrada de las mujeres en el mercado laboral dio una buena sacudida a estas ideas, y en los últimos años ha abierto la puerta a que el padre asuma su parte de las responsabilidades del hogar. Aún así, la balanza sigue estando desequilibrada y la figura femenina asume más carga de la que le corresponde.
Igualdad y nuevas masculinidades
La masculinidad digamos tradicional, directamente vinculada a la autoridad, la insensibilidad emocional y la fortaleza física, dificulta un relacionamiento familiar y social sano y que tome en cuenta la educación emocional. Aunque sea de manera lenta, las ideas en torno a esto están cambiando y los modelos familiares se están reestructurando.
Cuando hablamos de una reestructuración de los modelos familiares no hablamos solo de un cambio en los roles hombre-mujer. Es importante tener en cuenta a las familias monoparentales y homoparentales, que también tienen que enfrentarse al peso de los estereotipos y a la idea de cómo tiene que ser un hogar tradicional.
Es urgente romper con las barreras para alcanzar una situación más justa para todos. Un paso fundamental es buscar modelos de nuevas masculinidades, que rechacen las ideas preconcebidas ofreciéndonos alternativas para cambiar la manera de relacionarnos. Y con ello, ayudarnos a ejercer una paternidad corresponsable.
Paternidad corresponsable, ¿qué es eso?
En la paternidad corresponsable se transita hacia la presencia cercana del padre en el hogar, desde el apoyo emocional y el afecto, así como su participación igualitaria en las tareas domésticas. Los expertos en psicología familiar con visión de género recalcan la importancia de involucrarse activamente en ciertos factores fundamentales:
- Presencia paterna, accesibilidad y comprensión en la manera de relacionarse con los hijos. Evitando a toda costa la figura de padre que castiga y no da pie al entendimiento y a la apertura emocional.
- Mayor involucración en los cuidados. Para la igualdad en la conciliación y que todos los miembros del hogar puedan desarrollarse profesionalmente, el padre debe dejar de ser un mero proveedor de recursos y asumir sus otras responsabilidades.
- Compromiso en las actividades de los hijos tanto en el ámbito escolar como social. Pasar tiempo de calidad y tener buenas rutinas será muy positivo para el desarrollo de los niños.
- Ser un buen modelo de conducta. Asegurando una buena educación igualitaria, que rechace los comportamientos machistas y aquellos que reproducen roles de masculinidad tóxica.
Se ha demostrado que las nuevas paternidades traen grandes beneficios en el desarrollo de los niños. Los “nuevos padres” son emocionalmente más estables, entienden mejor sus sentimientos y se reducen los comportamientos agresivos. Una mayor estabilidad psicológica y emocional tendrá resultados positivos a largo plazo en todos los aspectos, especialmente en el aprendizaje y los resultados académicos. Además se forjarán relaciones más responsables y sanas en la edad adulta.
Acabar con los obstáculos
En muchas ocasiones luchar contra la presión social es muy complicado. Para poder cambiar los estereotipos en el hogar también es necesaria una reestructuración en los demás ámbitos de la vida diaria. Desde Igualándote señalamos especialmente el hecho de que en los entornos laborales todavía hay mucho por hacer: es responsabilidad de las empresas ofrecer unas condiciones de trabajo justas en las que se facilite el camino para ejercer una conciliación igualitaria y responsable.