A pesar de las políticas encaminadas a alcanzar una plena igualdad de género en el ámbito laboral, incluida la exigencia de planes de igualdad en buena parte de las empresas, lo cierto es que, si hacemos caso al último informe global sobre la brecha de género, elaborado por el Foro Económico Mundial, los avances en materia de igualdad en las empresas se están ralentizando últimamente de forma significativa.
Continúan existiendo en este sentido numerosos obstáculos que dificultan el avance de la mujer en el mercado laboral. Muchas de estas barreras se enfocan sobre consabidos estereotipos de género que favorecen la discriminación y entorpecen la necesaria eliminación de la brecha salarial todavía existente entre hombres y mujeres. No obstante, algunos de estos obstáculos surgen también por la subsistencia de determinados mitos que todavía hoy en día continúan gozando de crédito. Desde Igualándote nos hemos propuesto a lo largo de este artículo desmentir algunos de estos mitos, al menos los más frecuentes.
¿Cuáles son los mitos más comunes en materia de igualdad de género en el ámbito laboral?
Entre los mitos que más eco han tenido y siguen teniendo en lo que concierne a la igualdad en la empresa, conviene hacer especial hincapié en los siguientes:
- Las mujeres son menos ambiciosas. Desgraciadamente, este es un estereotipo muy extendido que desde Igualándote queremos apresurarnos a desmentir. Baste para ello aportar el dato estadístico de que en la última década las mujeres superan a los hombres en lo que al estudio y finalización de carreras profesionales se refiere. Del mismo modo, existen informes, como el elaborado por la consultora norteamericana McKinsey & Company, que apuntan a que las mujeres aspiran a los puestos de alta dirección en idéntica medida que los hombres, siendo en este aspecto igual de ambiciosas que estos.
- Contratar a una mujer supone un mayor coste para la empresa si ésta queda embarazada. Esta es otra falsa creencia que no tiene sustento alguno en la realidad. De hecho, la prestación por maternidad es gestionada por la Seguridad Social, con lo que la empresa no abonaría los salarios durante ese periodo, limitándose a continuar cotizando lo que le corresponda por la trabajadora en cuestión. Y en cuanto al llamado coste de sustitución, este también puede minimizarse, ya que existe la posibilidad de suscribir con una persona desempleada un contrato de interinidad que estaría bonificado al 100%.
Por último y como elemento clave, las bajas de paternidad y maternidad están equiparadas por lo que esa contingencia es idéntica para la empresa tanto si se trata de un padre como de una madre.
- Las excedencias o reducciones de jornada por cuidados a un familiar solo afectan a las mujeres. También este es un mito a desmentir, ya que los hombres tienen el mismo derecho que las mujeres a solicitar tales excedencias o reducciones de jornada, sin que las empresas puedan negarse a su concesión. El problema residiría en todo caso en los propios trabajadores varones, que por regla general suelen ser más reacios a ejercer este tipo de derechos.
- Los programas y planes de igualdad sirven para bien poco. Esta es otra falsa creencia desmentida por la realidad, ya que, por el contrario, estos programas y planes se han traducido en importantes avances en lo que a disminuir la desigualdad laboral se refiere. Eso sí, falta aún mucho recorrido para alcanzar la igualdad a nivel real. Es importante para ello que la igualdad de género siga teniendo la máxima prioridad tanto a nivel de las instituciones públicas como de las propias empresas privadas.
La importancia de la formación en la política de igualdad en las empresas
La formación a través de cursos o seminarios constituye un elemento clave a la hora de concienciar y sensibilizar a las plantillas en materia de igualdad de género. Son en este sentido múltiples los beneficios que una adecuada formación aporta en este terreno: prevención del acoso laboral y de la discriminación, mejora de la reputación y la imagen de la empresa, mayor predisposición al cumplimiento de las políticas de igualdad, etcétera. En definitiva, la formación contribuye a que las personas empleadas se desenvuelvan de un modo adecuado dentro de un equipo humano diverso e igualitario.
Conscientes de la importancia que la formación en materia de igualdad puede llegar a tener en la gestión corporativa de tu empresa, en Igualándote hemos desarrollado una serie de cursos de formación encaminados a conseguir un entorno laboral más justo e igualitario. Por el momento son tres los cursos que gestionamos en esta materia, orientados a la prevención de las violencias sexuales (curso que es obligatorio ofrecer a la plantilla según ley), a la sensibilización de la plantilla en lo que a igualdad entre hombres y mujeres se refiere, y a la no discriminación hacia el colectivo LGTBI (formación que también es obligatoria para empresas de más de 50 personas en plantilla, según el RD 1026/2024). Si estás interesado en tomar parte en alguno de estos cursos, no dudes en contactarnos para que nuestro equipo especializado pueda asesorarte de la forma más ágil y precisa.
Fuentes consultadas para la elaboración de este artículo:
https://www.weforum.org/publications/global-gender-gap-report-2023/
https://www.mckinsey.com/featured-insights/diversity-and-inclusion/women-in-the-workplace