Mensajes no deseados, llamadas y correos electrónicos, regalos, espionaje… En las descripciones de las víctimas estas son las acciones más frecuentes a las que se ven expuestas las mujeres trabajadoras españolas. Pero también sufren constantemente humor sexista (83 %), piropos y comentarios sexuales (75 %), gestos o miradas insinuantes (73 %), contacto físico (67 %) y peticiones e invitaciones de naturaleza sexual (31 %).
También cabe señalar que las mujeres solteras y las que trabajan en el sector privado tienen más posibilidades de sufrir acoso sexual. En cuanto a rango… los acosos prevalecen más en contratos precarios y en puestos de mando, en el primer caso seguramente por razones socioeconómicas y en el segundo probablemente por una mayor consciencia y denuncia.
Son algunos de los datos que hoy queremos resaltar para poner cifras al acoso sexual en entorno laboral en España. Como especialistas jurídicos en la materia, en Igualándote sabemos que es una problemática escurridiza, con frecuencia difícil de definir y delimitar. Pero también sabemos a ciencia cierta que está ahí.
Nuestra principal referencia es este estudio publicado en 2021 por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, que tiene la ventaja de contemplar otros estudios españoles y europeos anteriores.
El 17 % del acoso sexual es en el trabajo
Partimos de una afirmación de la Macroencuesta de Violencia Contra la Mujer 2019: el 40,4 % de las mujeres de 16 años o más residentes en España ha sufrido acoso sexual en algún momento de su vida. Una cifra sin duda enorme que advierte acerca de la extensión del fenómeno del acoso sexual en un sentido general.
Pero no todos estos casos tienen que ver con el ámbito laboral. De la misma encuesta entresacamos más datos: el 17 % de esos acosos procedieron de alguien “del trabajo”, y aproximadamente un tercio de ellos tuvieron como protagonista a un superior jerárquico; los dos tercios restantes procederían de otras personas del trabajo (“compañeros” del mismo rango, colaboradores, clientes).
Cuando hablamos de casos de acoso continuado (stalking), lógicamente las cifras varían, pero las proporciones subsisten. El 15,2 % de las españolas lo han sufrido alguna vez, y en el 11,4 % de los casos los protagonistas procedían de su entorno laboral.
Otra referencia la tenemos en estudios europeos con más trayectoria (datos de 2005, 2010 y 2015) aunque menos detalle: en el momento de hacer la encuesta y preguntando por “atención sexual no deseada en el trabajo”, España arroja unos datos de 0,8, 0,3 y 1,5 % respectivamente; muy por debajo de la media europea, pero con una tendencia al aumento claramente preocupante.
Visto desde fuera…
Las cuestiones planteadas en el Estudio sobre percepción social de la violencia sexual de 2017 son muy reveladoras en cuanto a cómo vemos esta realidad “desde fuera”. En el estudio se planteaban diversas afirmaciones y se preguntaba a los encuestados por su grado de acuerdo con ellas. Entre otros interesantes resultados, obtenemos los siguientes:
- La idea de que la mujer provoca el caso de acoso es firmemente rechazada por un 80 % de la población. Tampoco creemos que se lo invente (75 %) o lo exagere (60 %).
- La idea de que es “inevitable” que los hombres coqueteen con las mujeres en sus puestos de trabajo tiene más dividida a la población: el 10 % está convencido de ello, mientras el 40 % lo rechaza de plano.
- Si este coqueteo halaga a las mujeres es otra de las áreas grises en las que un gran porcentaje de la población (hacia el 30 %) no termina de inclinarse hacia un lado u otro.
- Por otro lado, el 25% de los españoles estamos convencidos de que casi todos los casos de acoso sexual en el trabajo desaparecen cuando la víctima lo pide.
Los planes de igualdad, mal diseñados
Llama poderosamente la atención una realidad que señalan las encuestas sobre los planes de igualdad publicados en 2018-2019: en general, no contemplan detalles esenciales como las definiciones de acoso sexual y acoso por razón de sexo (71 y 79 % de los casos, respectivamente).
Más grave todavía, “solo el 10 % de los convenios revisados califican el acoso sexual como falta grave o muy grave; en el caso del acoso por razón de sexo ese porcentaje es inferior (3 %)”. Y para terminar, el 74 % de los planes no incluye ningún protocolo en caso de acoso.
Estamos, sin duda, ante una clara deficiencia de estos planes “pioneros” que sin duda se irá ajustando a derecho en sucesivas revisiones, pero que por el momento dejan a las empleadas de la empresa en una preocupante situación de desprotección.